domingo, 31 de enero de 2010

¿Existen proyectos educativos del gobierno para los pueblos indígenas?

En Zacatecas no existe ningún proyecto educativo relacionado con los indígenas porque no los hay. Sin embargo diré lo que sigue. Los textos leídos que sirven de base para elaborar el presente trabajo, en realidad no aportan nada nuevo. En virtud de que, es conocida por la sociedad, la situación que ha prevalecido desde hace mucho tiempo, en los pueblos y comunidades indígenas. Hablar de los nexos que hay entre los planteamientos del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, y las acciones concretas que se están llevando a cabo al respecto, -salvo escasísimas excepciones- es referirnos a una relación prácticamente inexistente… dada la magnitud del problema.

Por otro, lado el reconocimiento de que aún no se ha hecho lo suficiente por los indígenas en nuestro país, me parece una expresión de exacerbada hipocresía institucional. Es la aceptación de una omisión gravísima e intencionada –y formulada a ultranza- que sólo pretende lavar la conciencia del poder “al modo de Pilatos” y exonerar a los culpables que ya han sido colocados por el juicio de la historia en el sitio que les corresponde por sus acciones con los indios. El Estado, los gobiernos propiamente dichos, siempre han pretendido tener el control absoluto de los hilos con que se mueve el entramado de las relaciones sociales, económicas y políticas en México. De modo que, cuando se habla de proyectos enfilados al cambio de la situación que nos ocupa y que se propone el involucramiento de distintas instancias de gobierno, de las propias organizaciones indígenas y de otros movimientos de carácter independiente. Es claro que el gobierno persigue abanderar estos procesos para capitalizar las coyunturas, adquirir más fuerza y seguir manteniendo el control.

La inmensa mayoría de los mexicanos siempre hemos tenido una profunda desconfianza a todo lo que provenga del gobierno… a cualquier cosa en la que se perciba el hedor de las instituciones y las instancias que casi nunca solucionan nada. Y esto es absolutamente cierto al referirnos a la cuestión indígena. Este fenómeno, es producto de la relación sui géneris que ha existido entre gobierno y sociedad desde nuestra constitución como nación independiente. En la actualidad, este hecho ha llegado a desfiladeros impensables y si no que lo digan los defensores de los derechos humanos de los indios que han sido asesinados, encarcelados o desaparecidos. ¡Si Digna Ochoa hablara! Que lo digan los indígenas zapatistas masacrados por el gobierno, los que están presos todavía, si pudieran expresarse los reprimidos y asesinados de Atenco y las mujeres violadas a las que no se les hizo justicia… que lo digan los masacrados de Acteal… es más pregúntenle a Xóchitl Gálvez que fue lo que hizo durante su gestión en el organismo que presidió, que hablen los líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca… y sería un ¡Qué hablen! muy extenso para el que el espacio diminuto de una cuartilla sería insuficiente.

De modo que, lo que el documento en cuestión señala respecto a este asunto es un catálogo de buenas intenciones y ya sabemos que, la historia nos lo ha dicho… “desde Fray Bartolomé de las Casas a la fecha… el camino por donde han transitado los indios ha estado empedrado de buenas intenciones …”


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