domingo, 31 de enero de 2010

Diseño de una actividad con base en las dimensiones de la enseñanza.




1. Selección del contenido curricular.

Asignatura: Lectura, expresión oral y escrita 2
Concepto fundamental: Comunicación.
Concepto subsidiario: Lectura
Tema: Análisis de textos literarios.

2. Subtema: El cuento.

3. Saberes previos de los alumnos sobre el tema. Deberá tener una noción de lo que son los textos literarios y sus diferencias esenciales con otros tipos de texto; y del cuento como un subgénero caracterizado por su brevedad y producto de la imaginación.

4. Relación del tema con el contexto. El cuento, la literatura en general, no obstante ser ficción, presenta siempre muchos puntos de contacto con la realidad, pues gran parte de los rasgos de los personajes son tomados por el escritor de seres reales y las situaciones humanas que muestra, presentan similitud con hechos de la vida ordinaria. La semejanza existente entre la ficción de un cuento y la realidad, permite que nos identifiquemos con los personajes del relato. El alumno relaciona la situación del relato con su contexto y aprende de los comportamientos de los personajes y de la forma en que han resuelto sus problemas y limitaciones.

5. Actividades de enseñanza-aprendizaje.

Tiempo estimado para las tres fases de la secuencia didáctica: 6 Hrs.

APERTURA:

a) Individualmente construyen una definición de cuento.
b) En equipos de cinco elementos mejoran la definición construida individualmente.
c) Un relator de cada equipo da lectura al concepto construido.
d) Toman nota de las aportaciones de cada equipo.

DESARROLLO:

a) Leen los cuentos: “Diles que no me maten” de Juan Rulfo y “La parábola del joven tuerto” de Francisco Rojas González.
b) A partir de estas lecturas, deducen las características generales del cuento.
c) El profesor propone la elaboración de un cuadro sinóptico para definir y diferenciar
los elementos de su estructura.
d) Efectúan el análisis de uno de los cuentos -el que más les haya interesado- partiendo de la identificación de los elementos que lo integran, a saber:

Tema, personajes, acción, ambientación, estilo y estructura.

-Precisan la importancia social o de otra índole del tema.

-Clasifican los personajes en: Principales, secundarios fugaces y ausentes.

-Identifican similitudes de los rasgos físicos y psicológicos de los personajes de la narración con los de personas que ellos conozcan.

-Identifican los momentos de la acción: presentación, nudo, y desenlace.

-Identifican el clímax, momento más emotivo de la estructura narrativa.

-Identifica semejanzas y diferencias entre el contexto del cuento y el contexto de la comunidad en la cual vive.

-Determinan cuál es la moraleja del cuento o las enseñanzas de carácter práctico que ayuden a mejorar la relación humana.

e) Mediante la técnica de lluvia de ideas deducen cuáles son las finalidades o propósitos del cuento desde los puntos de vista: ético y estético.

CIERRE.

a) Escribe un cuento considerando algún suceso acaecido en su comunidad, incluyendo personajes y elementos reales e imaginarios, donde muestre además enseñanzas y situaciones que tengan que ver con la condición humana.

b) Leen la narración frente al grupo para socializar los productos generados individualmente.

6. Construcción de contenidos a partir de la solución de problemas.

Las conductas de los personajes de las narraciones se convierten para el alumno en un motivo de reflexión. Así aprende a solucionar problemas y afrontar situaciones que exigen de las personas respuestas inmediatas. En este caso, la construcción de contenidos, tiene que ver con la riqueza de ideas originadas en las conductas de los personajes. Hay construcción, pero en el terreno de lo moral, ya que las concepciones de lo bueno y de lo malo, de lo correcto e incorrecto, de lo que debe o no hacerse, se modifican sustancialmente. Se efectúa una reconstrucción de su código ético. Marcela Tovar, expresa que: “La capacidad de abstracción es una competencia que la escuela está obligada a desarrollar“. A este respecto, la literatura toda, y el subgénero del cuento particularmente, sirven para que el maestro planteé actividades encaminadas a desarrollar poco a poco la imaginación y la capacidad de abstracción en los estudiantes; habilidad que se conseguirá en la medida en que los alumnos vayan reforzando el gusto por la lectura de textos literarios.


7. Estrategias de enseñanza utilizadas.

a) Organizadores gráficos
b) Analogías
c) Objetivos

La utilización de organizadores gráficos. La elaboración de cuadros sinópticos para mostrar la relación jerárquica existente entre conceptos y facilitar en el alumno la comprensión y el acceso al conocimiento.

El uso de analogías. Las utilizadas por el profesor y las identificadas por el estudiante, que tendrían como objetivo, ayudar a encontrar diversos puntos de contacto entre lo imaginario y lo real, entre lo abstracto y lo concreto, entre la ficción presentada en la narración y la realidad que vive todos los días. Este encuentro entre ficción y realidad hace que el alumno le halle sentido a la literatura, pues muchas veces, rehuye la lectura de este tipo de escritos porque sienten, que no tienen nada que ver con sus vivencias. Esta es sin duda, una percepción deformada, originada en parte quizás, en la falta de estímulos para ejercitar la capacidad de imaginar; por ejemplo: escuchar historias y narraciones de los adultos desde los primeros años de la vida, para estimular su imaginación.
Desafortunadamente Esta posibilidad disminuye, debido a la influencia de una época dominada ya, por los medios electrónicos en los que se presenta todo con una riqueza de imágenes, colores, sonidos y matices que no exige nada a la imaginación y creatividad del espectador… en este caso el niño, el adolescente, el joven. Así las cosas a este respecto, en la escuela, el hecho de leer, resulta para ellos un ejercicio intelectual innecesario…verdaderamente complicado y áspero.

Objetivos. La especificación de los objetivos a lograr, suele dar buenos resultados; pues el alumno, tiene presente a lo largo del proceso la información básica sobre el tema que tiene que asimilar. Desde mi punto de vista esta estrategia puede tener tres variantes:

Primer variante: Mencionarlos y explicitarlos sólo en la clase inicial sobre el tema.

Segunda variante: Citarlos desde la clase inicial y recordarlos en las clases subsecuentes en las que se trate el tema.

Tercer variante: No mencionar los objetivos que se persiguen ni al principio ni al final; sino que sean lo propios alumnos los que los deduzcan, una vez que hayan concluido las actividades de aprendizaje planteadas para el desarrollo del tema.

Mi opinión es que la última variante sería la idónea, pero no siempre da resultados uniformes. He descubierto que en unos pocos alumnos se obtienen las respuestas esperadas, pero no con la mayoría. Tal vez se deba a las deficiencias o inconsistencias que presenta el planteamiento del proceso didáctico en su conjunto; aunque me inclino a pensar, que tiene más su origen en las diferencias individuales, los distintos ritmos de aprendizaje y en los conocimientos previos sobre el tema. Por eso casi en todos los temas yo opto por la segunda variante.

8. Problemas encontrados:

Falta de interés y productos escasos -una vez concluidas las sesiones sobre el tema trabajado-, derivados a su vez, de la resistencia de los estudiantes a la lectura. Debido a esta variable casi siempre conduce uno el proceso a marchas muy forzadas.

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