domingo, 7 de febrero de 2010

Mi noción de aprendizaje autónomo.

En nuestro afán por examinar las ideas existentes en torno a la cuestión de la autonomía en los procesos de la construcción del conocimiento y la relación que puede existir entre éste y el contexto escolar en general, formulé a diez profesores del Centro de Bachillerato Tecnológico agropecuario No 138 de Villa Hidalgo, Zac., la pregunta:

¿Qué entiendes por autonomía en el aprendizaje?

Las respuestas expresadas fueron reveladoras en más de un sentido. A continuación, escribo de manera sintética las concepciones recopiladas y posteriormente añadiré mis reflexiones e interpretaciones para abundar en la cuestión citada.

Respuestas obtenidas:

a) Es el autoaprendizaje. b) Lo que el alumno hace en el contexto del aula.
c) Los aprendizajes que adquieren con sus propios medios.
d) El que emprende el estudiante por sí mismo e) Lo que hacen sin la intervención del maestro f) Es lo que resulta cuando el alumno pone en práctica lo que aprende g) Es la vinculación entre la teoría y la práctica.
h) Es el hecho de que el alumno aprenda por sí mismo.
Hay respuestas orientadas a dar a entender que la autonomía en el aprendizaje, se concibe como lo que el alumno hace por sí mismo sin la guía o dirección del maestro y realiza actos o efectúa procesos a partir de lo que entiende, basado en experiencias anteriores y de sus propias concepciones. Por otro lado, hay otras que tienen un enfoque demasiado general, y revelan poca claridad con respecto a la pregunta formulada y sus implicaciones. En tal sentido, recordaremos que no todas las actividades realizadas por el alumno tienen que ver con el autoaprendizaje. Gran parte de ellas son planteadas, dirigidas y evaluadas por el maestro y el estudiante se limita a recibir instrucciones o a realizar muchas veces los pasos de un proceso cuyo fin no alcanza a entender. Si todo lo que el alumno hace en el aula, tuviera ya un enfoque de aprendizaje autónomo, gran parte del problema de los bajos aprendizajes que nos aquejan ya estarían resueltos; y ahora, no estuviéramos llevando a cabo esta discusión. Hay otras respuestas regularmente aceptables desde una perspectiva: en la que se conciben los aprendizajes como resultado de las decisiones, operaciones y movilización de los recursos estratégicos y cognitivos que el alumno construye por sí mismo para llegar al conocimiento. Pero desde otra óptica, da origen a una interpretación ambigua: el profesor instrumenta los medios, los materiales, formas de organización, supervisión y expresión de juicios de valor y el discente sólo es ejecutor de una prescripción no decida por él. Así llega a la comprensión de una relación Causa-Efecto. Y lo interpreta de la siguiente manera: “Pude llegar al conocimiento, llevando a cabo lo que me dijo el maestro, pero yo lo conseguí con mis propios medios… y queda la ilusión de que fue él quien descubrió

y a veces hasta el maestro, así se lo hace saber para estimularlo”.
Hay otros puntos de vista que son regularmente buenos porque expresan la determinación del alumno por construir efectivamente con sus propios medios; de hallar la solución a un problema, la indagación de respuestas idóneas o el recorrido de vías alternas para llegar al conocimiento sin la participación del profesor. Es una búsqueda deliberada, autónoma encauzada a la adquisición de un saber o a la construcción del mismo. Otras concepciones expresadas, poco o nada tienen que ver con la autonomía en el aprendizaje: “Es lo que resulta cuando el alumno pone en práctica lo que aprende”, porque más que hacer referencia a la forma en que se llegó a la construcción de un conocimiento determinado, expresa la eficacia de la aplicación práctica, de lo que se aprendió… sin importar los recursos o estrategias que se tuvieron que instrumentar para llegar a ese resultado.

El análisis de las respuestas dadas a la pregunta planteada: ¿Qué entiendes por autonomía en el aprendizaje? Desde mi punto de vista y pretendiendo dar a esta interpretación las dosis mayores de objetividad posible, lo expresaré en los siguientes puntos:


a) En el 60% de los maestros interrogados, existe poca claridad y consistencia teórica sobre lo que implica la autonomía en el aprendizaje. La mayoría la relacionan con “lo que hacen los alumnos”, o con ciertas formas de autodidactismo, lo que coincide con lo que expresan los autores leídos referente a este tema. También lo vinculan con el hecho de que “el alumno aprenda solo.” Estos puntos de vista no están mal del todo, pero se quedan todavía en la superficie; en virtud de que se especifica poco o nada el rol que estudiantes y profesores deberán desempeñar para hablar strictu sensu de un entorno de aprendizaje autónomo. Tal deducción, adquiere mayor importancia porque no confirma lo que expresa Leonor Margalet García: “…el desarrollo de la autonomía en el aprendizaje es actuar el complejo cambio de roles…”


b) Sólo dos de los profesores entrevistados, -que corresponden al 10% del total de la planta de maestros del centro de trabajo referido- expresaron con aceptable claridad y precisión el concepto solicitado y además citaron algunos ejemplos para ilustrarlo.


c) El restante 20% de los maestros mostraron en sus respuestas un desconocimiento total de lo que implica la autonomía en el aprendizaje. Esta situación tan disímbola entre la naturaleza de unas respuestas y otras, nos conduce necesariamente, a la toma de decisiones en el aula y a quienes dirigen la institución a homogeneizar en el menor tiempo posible las bases y las concepciones teóricas que tienen que servirnos como eje articulador de nuestra praxis pedagógica… si es que queremos realmente llegar a concretar con la eficacia requerida el proyecto institucional al que debemos estar vinculados y del que somos corresponsables en más de una vertiente. Aunque el principal problema para efectuar esta unificación teórica–como ya he dicho en otras ocasiones- sea la diversidad de formaciones, intereses, historias profesionales, niveles de experiencia, perfiles, y pluralidad de concepciones de nuestra función social. Habría que salvar primero este escollo para plantear algo realista tendente a la conjunción exigida por las circunstancias que enfrentamos actualmente.




Según lo dicho, luego de haber analizado los materiales de los autores y las respuestas dadas por los compañeros maestros, expresaré en seguida mis propias apreciaciones.


Noción de aprendizaje autónomo:


Es una concepción sobre el diseño de estrategias orientadas a la creación de contextos en los cuales sea factible la construcción del conocimiento mediante el aprendizaje activo. Son los aprendizajes que el alumno puede alcanzar en un momento dado, sin la injerencia directa del profesor –o lo que es lo mismo sin tutelaje cognitivo- pero sí bajo su orientación. La intervención de éste, no demerita en modo alguno, lo que el educando haga o descubra, porque irán implicadas la mayor parte de sus ideas decisiones y acciones.
Significa también que el alumno posee la capacidad de generar metodologías propias orientadas a un fin, que tenga que ver con la adquisición o construcción del conocimiento. Las habilidades del docente –dentro de este contexto- harán referencia a su papel de mediador entre el objeto de conocimiento y el sujeto cognoscente. Comprendida esta relación dialéctica o estructura de relaciones y las implicaciones de su situación histórica –que siempre adquirirán un carácter definitivo- el maestro auxiliará al alumno a superar los bloqueos encontrados y a proporcionar retroalimentación cada vez que juzgue necesario. Esto sucederá con la conciencia plena de no ser para el que aprende una “caña rota” en la que tenga que apoyarse invariablemente; renunciando así, a sus posibilidades de ser. Considero además, que la dualidad humana alumno-maestro no debe romperse del todo durante el proceso de adquisición del saber; pues la interacción didáctica entre ambos, no es un inconveniente para dimensionar con precisión lo que el alumno hace, ni obstruye tampoco sus aprendizajes autónomos. Aunque la condición necesaria para que esto suceda, es la claridad de los roles que cada quien debe asumir en un momento dado. La proximidad de los elementos constitutivos del binomio señalado, tampoco serán obstáculo para que el alumno experimente la sensación de plenitud y las emociones inenarrables que suelen ser resultado del acceso a un saber o a la resolución de un problema mediante la utilización de sus propias potencialidades y recursos.

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