miércoles, 27 de enero de 2010

Diagnóstico socioeducativo.

TEMA: El entorno.
La comunidad de Estancia de Ánimas es parte del Municipio de Villa González Ortega, Zac., en la que desde hace varios años ha estado operando un grupo de extensión del Centro de Bachillerato Tecnológico agropecuario No 88 de Ojocaliente, Zac. Hay sin lugar a dudas, una serie de características geográficas, climáticas, económicas y aún culturales que son compartidas por estos grupos de población asentados en los lugares que ya he señalado y que iré indicando conforme avance el desarrollo del presente trabajo. Luego de haber aplicado algunos instrumentos para recabar información relativa al entorno en que se encuentra ubicado el grupo de extensión al que he aludido, los datos arrojados fueron los siguientes: por lo menos la mitad de la población de la comunidad de Estancia de Ánimas, radica en los Estados Unidos de Norteamérica. No hay familia que no tenga parientes allá. Y hay varias de ellas que radican allá desde hace varios años Este hecho de por sí marca ya, un aspecto decisivo por lo menos en lo que respecta a sus ideas y tendencias, inclinaciones y proyectos individuales y familiares.

Gran parte de los jóvenes crecen con la idea de emigrar tal como lo han hecho sus hermanos mayores, sus padres y sus abuelos. Este factor incide en buena medida en que las aspiraciones de muchos de ellos están determinadas por este hecho. Y es desde luego una limitante para las aspiraciones de carácter intelectual. Esto lo afirmo también porque el contexto familiar y sociocultural -invariablemente- ejerce un efecto poderoso en la configuración de las ideas de las generaciones viejas sobre las jóvenes. Con esta afirmación no pretendo insinuar que haya una afectación a su identidad. Los habitantes de la comunidad tienen plena conciencia de lo que son; es decir, mexicanos. Pero en determinado momento, se ven en la imperiosa necesidad de abandonar su lugar de origen para asegurar su subsistencia material y la de sus familias. Resulta claro que su identidad no se vulnera, porque aún viviendo en el vecino país del norte, conservan sus lazos filiales, el amor a su terruño. Pero todavía más: a pesar de que están insertos en una cultura diametralmente opuesta y sometidos a la agresión de otras formas de vivir, siguen preservando las costumbres básicas y el ser de la mexicanidad. Otra parte importante de los habitantes se dedican a los trabajos de tipo agrícola, específicamente al cultivo de maíz, frijol, chile y uva. La mayor parte de las tierras de la región son para cultivos de temporal, pero también hay algunas que son destinadas a cultivos de riego, como los dos últimos de los señalados por ejemplo. No obstante que los recursos que generan a través de la agricultura no son escasos, según la información arrojada, la mayor parte de la economía de las familias es soportada por las remesas que envían los parientes que están en norte y que coadyuva al sostenimiento de la gente, porque la agricultura suele tener períodos de descenso por las sequías o los siniestros meteorológicos.
La calidad de vida de la mayor parte de sus habitantes es regular y en este hecho inciden en forma importante la alimentación, pues el nivel socioeconómico es de término medio, aunque también existen muchas familias signadas por las carencias y la pobreza extrema. Y tal situación determina -desafortunadamente- gran parte de la disposición de los estudiantes para dedicarse a las tareas académicas con la certidumbre que dicho proceso exige. Se ve con claridad que buena parte de los padres están al pendiente de lo que sus hijos hacen o dejan de hacer, sobre todo en lo relativo al trabajo escolar. Y tal situación, es un factor positivo en las conductas y disposiciones de gran parte de ellos. Aunque referente a este punto, sí convendría ser más precisos. Existe la creencia generalizada de que los padres cuando envían a sus hijos a la escuela, ya cumplieron con su parte y que eso es lo único que tenían qué hacer. Y esto no es cierto. Tal actitud de los progenitores ha devenido en una situación que equivale a arrojar sobre las escuelas la responsabilidad total de la formación de sus hijos. Considero en este sentido, que hace falta más cercanía y comunicación de las familias con la escuela. Seguramente así, los profesores y la escuela en general podríamos resolver con mayor certeza los principales problemas que enfrentamos en el proceso educativo.
En lo que respecta a la cuestión de salud, son estudiantes sanos. No han adquirido ningún vicio ni padecen enfermedades generalizadas. Hay servicios médicos de salud pública y privada, tanto en la comunidad como en la cabecera municipal -Villa González Ortega, Zac.- que se encuentra a ocho kilómetros de distancia. En las buenas condiciones de salud que prevalecen, ayuda mucho la práctica del deporte. En sus ratos libres en la escuela y fuera de ella, juegan al futbol, al volibol, y montan a caballo. El contexto escolar, y concretamente las condiciones de infraestructura -que por ser grupo de extensión- son bastante restringidas; a grado tal, que coartan la capacidad de acción o la eficacia de algunas tareas técnicas o académicas. Y me refiero concretamente a que no existe aún un edificio escolar que permita la realización fluida y normal de gran parte de las actividades que son parte ordinaria de la dinámica educativa; tales como: aulas suficientes, talleres, laboratorios y espacios deportivos. Cabe agregar que desde el año 2008, ya estaban autorizados los recursos para la construcción de un nuevo Centro de Bachillerato Tecnológico agropecuario, pero la situación de crisis económica de este año que concluye impidió que se iniciara la construcción de la primera fase de las instalaciones. Hemos advertido quienes laboramos en este centro educativo, que a pesar de que el gran problema de la comunidad y de la región es la migración debido a la escasez de empleo y de posibilidades que permitan la subsistencia digna de gran parte de las familias, la escuela de educación media superior que se tiene proyectada, vendría a convertirse en un polo de desarrollo regional, en un mecanismo de retención de la población migrante para evitar la fuga de capital humano; y además, en un espacio de generación de oportunidades y mejoramiento cultural y social. Y afirmo esto, porque en cierta forma ya lo es, no obstante las limitaciones señaladas. La población escolar está formada por 105 alumnos en la modalidad escolarizada, dividida en tres grupos que están cursando actualmente los semestres I, III Y V, aunque también existe el Sistema Abierto de Educación Tecnológica Agropecuaria (SAETA) en el que atendemos actualmente a un grupo de primero y otro en tercer semestre.

Otro factor importante, es el interés de la mayoría de los estudiantes en la escuela. Se sienten identificados con ella. Saben que es de ellos y que es parte integral de su comunidad. Resulta fácil deducir que si se abrieran espacios de oportunidad para seguir estudiando y trabajando en la región y en el Estado, se detendría en gran medida el flujo migratorio. Siempre hemos sabido que la gente emigra por necesidad. Un aspecto más que es muy favorable -y que ya hemos comentado alguna vez- es el relacionado con las características de los alumnos de estos últimos años. Traen ya un perfil dirigido hacia la utilización de las nuevas tecnologías. Son de las generaciones que fueron amamantadas con el televisor y el nintendo.
Esto en cierta forma, representa una ventaja muy importante, porque han venido creciendo y desarrollando sus intercambios culturales dentro de esta dinámica y género de ideas. Sólo falta proporcionarles los medios y dirigir y reencauzar la inquietud por la tecnología. Ni siquiera el cinco por ciento de los estudiantes posee una computadora en casa. Esta carencia evidencia una limitación más. Pero afortunadamente la escuela cuenta ya con doce máquinas que están operando en forma normal y los alumnos las tienen a su disposición durante las horas de la jornada diaria. No obstante esta ventaja agrego que no existe el internet en la comunidad. Otra situación que es pertinente resaltar es que los perfiles de los profesores que atienden a los estudiantes, son los adecuados y la generalidad de las veces, la relación suele ser buena y constructiva para ambas partes.

José Patricio Moreno Cuevas.

2 comentarios:

  1. Estimado Lic. Moreno Cuevas:
    Con objeto de elaborar mi tesis de maestría, recientemente me encontré haciendo trabajo de campo con jóvenes migrantes en el municipio de Villa González Ortega y ahora que encuentro este su blog me gustaría tener una opinión suya.
    Coincido con usted cuando sugiere que los jóvenes con antecedentes migratorios dentro de la familia de origen muestran una mayor propensión a cumplir estancias migratorias. Que lo cumplan o no, depende de múltiples factores que conforman el entorno social y de oportunidades del joven. Y aquí viene mi pregunta para usted, que además tiene gran experiencia como docente en zonas de alta intensidad migratoria: ¿hasta qué punto los jóvenes de bajos recursos en zonas rurales migratorias muestran identificación con la educación media y media superior?
    Mi percepción, al momento de trabajar en dicho municipio, es que los jóvenes de bajos recursos y oportunidades sociales están más preocupados por los antecedentes socioeconómicos negativos de la familia que por asimilar los conocimientos y habilidades que se obtienen dentro de la educación formal. En este sentido, los jóvenes que entrevisté expresaban encontrar poco sentido en asistir y ser constantes en la escuela, la que seguramente abandonarían (o concluirían) sin haber obtenido al menos capacitación para algún empleo. Obviamente es una percepción que formulé en muy poco tiempo en comparación a la oportunidad que ha tenido usted de observar de cerca la vida de muchos jóvenes en zonas que presentan migración internacional y por eso me interesa su opinión. Muchas gracias.

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  2. Haller:
    Es necesario reconocer que en la región a la que aludes- efectivamente- es difícil conseguir que los alumnos se identifiquen con la escuela. Esto en virtud de que sus proyectos de vida, aspiraciones y representaciones de su conciencia están configurados a partir de sus requerimientos inmediatos y de la tradición familiar, de emigrar a los Estados Unidos. Sabemos también que este fenómeno se origina por el imperativo de la sobrevivencia. Por ello, son pocos en verdad, los que logran establecer lazos intrínsecos con la vida escolar y ligar a ésta, lo que harán en el futuro. Puede más, el acicate de la necesidad. El escaso impacto que la escuela tiene en sus decisiones, como alternativa deseable, guarda relación estrecha con factores de tipo económico y con un desarrollo regional sostenido -hasta ahora inexistente- en el que la instrucción escolar y todo lo que ésta significa, no han terminado aún, de adquirir un sentido más pleno y definitivo. Admito también, que la escuela debido a la presión del contexto sociocultural en general, frecuentemente es rebasada; y de repente nos vemos como un mundo micro dentro de una realidad global adversa en la que no alcanzamos nuestra inserción definitiva. Pero gran parte de los problemas que enfrentamos, en mayor o menor medida, están fuera de nuestro alcance y no podemos resolverlos, porque trascienden nuestro campo de competencia, y tienen más que ver, con decisiones en materia de política económica. No obstante, los profesores tendremos que ser los primeros convencidos de la eficacia y de las bondades de la escuela y de los procesos instructivos en general; como las vías mediante las cuales, es posible generar las condiciones para la transformación socio-económica y cultural de nuestra sociedad e insistir en aquellos aspectos que tienen que ver con el mejoramiento gradual de nuestra capacidad como educadores y promotores de valores, de conciencia social y de la formación de un espíritu crítico en aquellos alumnos con quienes tenemos la fortuna de establecer contacto en las aulas.
    Te envío un cordial saludo
    Patricio Moreno C.

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